Entendemos por corrupción policial el abuso de poder, de funciones o de medios para la obtención de un provecho económico o de cualquier otra clase. Generalmente, este tipo de corrupción consiste en abusar de la posición de fuerza y de poder respeto del detenido o bien en la ocultación de pruebas básicas en la instrucción de un caso. Si bien estos hechos ilícitos se producen con cierta habitualidad, son muchas las veces que quedan impunes.
Tuvo mucha repercusión la condena por parte de la Audiencia Nacional, en primera instancia, y del Tribunal Supremo, en segunda instancia, de cinco Mossos d'Esquadra de la Comissaria de les Corts (Barcelona), quiénes torturaron a un ciudadano rumano. Según la sentencia del citado Tribunal, los Mossos condenados confundieron al ciudadano rumano con el autor de un robo con violencia en un piso y, sin identificarse en momento alguno como policías, lo apalizaron, amenazaron de muerte e insultaron. Posteriormente, en el traslado a comisaría, le introdujeron una pistola en la boca y repitieron las amenazas. No obstante, en el mes de febrero de 2012, el Ministerio de Justicia indultó parcialmente a los Mossos autores del delito, evitando de esta forma que tuvieran que ingresar en prisión.