Son acciones constitutivas de corrupción judicial la no sujeción rigurosa a la Ley y al Derecho en el desarrollo de las funciones inherentes a su cargo.
El juez más mediático de España, titular del Juzgado de Instrucción Central número 5 de la Audiencia Nacional, y gracias al cual se destapó la trama Gürtel, Baltasar Garzón, fue condenado en el mes de febrero de 2012 por el Tribunal Supremo a once años de inhabilitación por prevaricación en el desarrollo de sus funciones. La sociedad ha discrepado mucho de la sentencia, la cual establece que Garzón se excedió en el ejercicio de las funciones inherentes a su cargo.