Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) cobró 6,6 millones de euros en comisiones ilegales de la constructora Ferrovial a cambio de adjudicarle obras públicas. Por primera vez, la justicia ha acreditado la financiación irregular del partido hegemónico en Cataluña, que el expresident socialista Pasqual Maragall bautizó —y popularizó— con el nombre de “3%” en una histórica sesión en el Parlament en 2005. Las mordidas se extendieron durante al menos una década, de 1999 a 2009, lo que engloba tanto los últimos años de Jordi Pujol al frente de la Generalitat como la etapa de Artur Mas como jefe de la oposición.