La corrupción en España nos sale caro y empeora el funcionamiento del Estado. Pero quienes peor salen parados de los continuos casos de corrupción que afloran los telediarios, portales de internet y portadas de periódico día tras día; son los ciudadanos.
La corrupción en España nos sale caro y empeora el funcionamiento del Estado. Pero quienes peor salen parados de los continuos casos de corrupción que afloran los telediarios, portales de internet y portadas de periódico día tras día; son los ciudadanos.
El ciudadano es quien carga con las consecuencias de los múltiples casos de corrupción dado que es él quien paga los costes.
La corrupción es un mal global que lastra el progreso del país. Según un estudio del Fondo Monetario Internacional (Corruption: costs and mitigating strategies) publicado el pasado mes de mayo, la corrupción afecta de varias maneras al crecimiento y desarrollo de los países:
- Se reduce la capacidad del Estado para obtener ingresos y desempeñar sus funciones. La evasión fiscal disminuye la capacidad recaudatoria de la administración pública y, por tanto, la calidad de los servicios que presta se puede ver comprometida.
- La corrupción reduce el dinero disponible para gastos prioritarios (como la sanidad, la educación o las infraestructuras, entre otras cuestiones) al elevar los costos de las adquisiciones públicas.
Cabe preguntarse cuánto dinero del que fue a parar en comisiones ilegales habría podido dedicarse a partidas de gasto que tuviesen un mayor y mejor impacto en la sociedad: becas a estudiantes, pisos de alquiler social, o simplemente pago a proveedores y/o menores impuestos. Esto nos lleva a la natural conclusión de que el daño de la corrupción no se limita a los más de 7.500 millones de euros que, según el diario El Economista, se han “saqueado” de las arcas públicas españolas desde 1978. El costo de la corrupción también está en cada joven que deja de formarse por falta de becas, en cada descubrimiento científico (y su consiguiente patente) que se deja de hacer por falta de financiación, y en cada caso de la justicia en el que hay que esperar años para que haya una resolución porque al sistema no se le han asignado los recursos necesarios para hacerla funcionar más eficientemente.
Consecuencias de la corrupción
Según el FMI, las consecuencias de la corrupción van desde una menor eficiencia e inclusión de las distintas capas de la población en el crecimiento económico a importantes efectos sociales, como una disminución en la formación de capital humano, pasando también por costos medioambientales.
Por último, el FMI señala que al reducirse el ingreso de los Estados, éstos tienden a financiarse utilizando a su banco central, lo cual crea un sesgo inflacionario y menoscaba la estabilidad del sistema financiero.
En este último caso, los ciudadanos de la zona euro han tenido que sufrir las consecuencias de unas políticas que disminuían el gasto público y aumentaban los impuestos a la mayor parte de la población. Unas medidas que también tuvieron su impacto en los ingresos reales de las clases medias. Esto ha sido así debido la misma causa que hacía/hace a muchos Estados recurrir al banco central para financiarse: la disminución de sus ingresos.
En fin, la corrupción limita el crecimiento económico de España.
Periódico Digital La cuarta columna